Son las 8´20. Acabo de volver de una guardia. "Urgencias" de mocos, dolores de garganta, molestias en el hombro...no sé cuánto aguantará esto.
Pero el caso más importante lo he tenido al llegar a casa. Todo en silencio, camino despacio por el pasillo y en la habitación de nuestra hija un quejido.-Papi, me duele mucho el brazo. Ya nos conocemos; Un suave masaje, unas caricias, mucho mimo y listo. - Papi, gracias por curarme.
Lo mejor de la noche.
ResponderEliminarIdentificar el dolor de manera precisa es esencial en la atención médica. Un diagnóstico certero permite un tratamiento efectivo, mejorando la calidad de vida del paciente y su bienestar.